Todavía no hace demasiado frío, pero los días son más cortos y ya apetece pasar la tarde con el horno encendido y tejiendo....
Desde que ha empezado este otoño tan raro y caluroso, he terminado algunos proyectos "reposteros" y "de aguja", que no os había enseñado.
De Alemania me traje la receta de una tarta de avellanas y chocolate con cerezas que hace mi tía y que me gustó muchísimo; las cerezas, allí las puedes comprar en conserva al natural, como nosotros aquí las rodajas de piña, pero, por más que he buscado, he sido incapaz de encontrarlas aquí, aún así, no me desanimé y pensé..."bueno, el sabor de los trozos que no llevaban cerezas me gustó mucho, por qué no probar a hacerlo sin ellas?"...pensado y hecho.....
Esta es mi tarta de avellanas y chocolate SIN CEREZAS, que más que una tarta creo que es un bizcocho pero de sabor espectacular. La mezcla de la avellana con el chocolate y especias como la canela, el jengibre o la nuez moscada, le dan ese toque, que relaciono con los dulces nórdicos, que tanto me gusta.
Simplemente, exquisito.
Y nada como los nórdicos para saber cómo mantener calentitos los pies...este es un proyecto que realicé con una lana que me traje también de allí.....lana fina trabajada con agujas del número 3 muy suave al tacto.
Pero, sin ninguna duda lo mejor que me he traído de Alemania ha sido el cariño de mi familia; allí, también se ha quedado un pedacito de mi corazón. Ha sido un viaje corto pero muy intenso...con los sentimientos a flor de piel.
Una vez aquí, y aprovechando estos días de otoño, nada como acercarse a Madrid y dar un paseo por el Rastro, cerca de la Puerta de Toledo....luego, unas tapas por la Cava Baja.....
Pero como hay muchas tardes de otoño, en algo hay que ocuparlas y qué mejor que encender el horno para preparar unos dulces.....esta vez un bizcocho de calabaza, en cuya receta he mezclado componentes de varias hasta dar con el que más me gusta......nueces, canela, jengibre, nuez moscada, mantequilla ....et voila....uno de los mejores bizcochos de calabaza que he hecho.....y mientras saboreo un trozo con un café, decoro unas galletas que le había prometido a una vecinita que de vez en cuando viene a visitarme y a la que le encantan mis galletas de colores...
Entretanto y en los ratos que me deja libre mi afición por la repostería, sigo con mis proyectos "laneros", una chaqueta de ganchillo hecha de una sola pieza sobre un patrón que nos ha enseñado una amiga de DeLabores y una manta Ripley......
A la hora de dormir, unas cuantas páginas del libro que llevo entre manos...."El país de la nuble blanca" de Sarah Lark.
Ummmmmmmm qué buena pinta tiene todo!! Se nota que tienes buena mano en la cocina. A mí en el otoño me da por tejer jejejeje en cuanto llega septiembre... Un saludo
ResponderEliminarGracias M. Nieves.....a mí me pasa lo mismo, en cuando llega este tiempo me da por tejer y lo peor, por hacer dulces que luego hay que comerse.....en fin, qué se le va a hacer...
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